A pesar de que tenía puesto el letrero de "no molestar", la camarera estuvo toque y toque la puerta. Ese letrero es para que NO lo molesten a uno, es decepcionante.
El duvet tenía muchss manchas, tuve que pedir que lo cambiaran. Me dijeron que las manchas ya no se quitaban a pedar de lavandería, y aún así ponen la prenda toda manchada en la habitación.
La comida del restaurante fue lenta, dura y mala.