No dieron toallas en la habitación, las coladeras tenían mal olor, sería bueno que tuvieran aire acondicionado en las habitaciones; esta cerca del centro sin embargo, se puede complicar llegar y se encuentra en una zona que al principio da desconfianza; fuera de esos detalles el lugar es bueno, bonito y cómodo, con buena vista, un buen lugar para descansar y relajarte. Un plus para los amantes de los michis, tienen una pequeña muy amigable, aparentemente es la responsable del control de plagas y de sanidad, hizo su rondín en el cuarto y que bueno no encontró nada en desorden.