Es un hotel en medio del bosque húmedo en donde la atraviesa un rio, me toco la seccion de las habitaciones donde recrean un pueblito antiguo de costa Rica, hasta con Iglesia y una cantina al estilo oeste, las habitaciones son muy cómodas y espaciosas, hay una tranquila y paz en el lugar, tal ves hay que esmerarse un poquito en la limpieza del cuarto, la atencion del personal sobre todo en el area del restaurante es muy buena, seria conveniente que el almuerzo lo den el mismo dia de llegada, en ves de juntarlo con el desayuno al dia que hace el ckeck out.en cuanto a la comida, hay platos que son buenos, otros no tantos. Sin duda, volvería nuevamente al hoteles