El hotel es un hotelazo, grande, comodisimo, con todas las prestaciones de un hotel de lujo. Muy comodo se me hizo que tenian dispensadores de jabon, shampoo, acondicionador y crema humectante. Con el calor del verano se agradece que haya piscina. Lamentablemente las prestaciones para niños con el covid no estaban funcionando y es algo que nos hubiese gustado saber de antemano. Aparte de eso, estuvimos super a gusto. La estacion de metro mas cercana es Cuzco.
A 5minutos andando, hay un sitio supremo para desayunar: Le pain quotidien.
El personal del hotel tuvo la amabilidad de ponernos en dos habitaciones comunicadas, ya que tenemos dos niños pequeños y estuvimos asi muy comodos.
Por poner una pequeñisima pega: el chico del bar Pelicano no estaba a la altura del nivel del hotel. Sus maneras eran poco educadas, era lentisimo y no sabia ni siquiera preparar un coctel! No me parece logico que en un hotel como este, no te puedan servir ni siquiera un aperitivo.
Pero fue lo de menos y en el barrio habia mas alternativas adonde ir.