Es un hotel pequeño con muy buena ubicación, cerca de pequeñas plazas comerciales, restaurantes y de la autopista, a unos minutos de Galerías Insurgentes. La alberca está climatizada, algo que la mayoría de los hoteles no tiene o no enciente, por lo tanto es ideal para que los niños jueguen y se diviertan. La comida sabe bien pero falta menú infantil porque la mayoría de los guisados son picantes y les dejan pocas opciones, lo mismo pasa en el buffet. Las habitaciones cómodas, aunque en la que nos tocó el aire acondicionado hacía mucho ruido, como que le falta mantenimiento, salvo ese detalle menor todo muy bien. El personal con la mejor actitud, siempre atentos, desde la recepción del automóvil hasta el check-out. Debido a que era temporada baja nos dejaron hacer Check-In antes de la hora oficial y Check-Out una hora después, algo que se aprecia mucho en estos días.