El hotel está bien ubicado, a 3 minutos de Plaza Nabona y el Panteón, es agradable y la habitación superior del edificio anexo en sí no está mal, lo malo es llegar, porque está situado en la 4a planta de un edificio de pisos antiguos, con un ascensor más antiguo aún, minúsculo y que sólo llega a la 3a planta, por lo que hay que subir otro piso andando (y si haces turismo por Roma, llegarás muy cansado de andar al hotel). El jacuzzi está bien, pero es pequeño, sólo para 1 persona y no muy alta. Desayunos aceptables pero sin alardes. Para el precio que tiene el hotel, no está mal, quitando lo dicho anteriormente.