Es la sexta vez que nos quedamos en este hotel porque ofrece lo necesario: buen servicio y comida, buenas albercas y cuartos, y aunque no tiene playa, tiene la opción del club de playa. Se disfruta como niño y adulto. Sin embargo, comparado con estancias anteriores, noté que lo empiezan a descuidar. Los cuartos muy sucios debajo de las camas, la regadera con una coladera peligrosa, la cama ya se sentía más aguada, la alberca de olas ya toda despintada del piso. También nos tocó mucho personal nuevo que no estaban bien enterados de varias cosas. Seguiré yendo a este hotel porque de cualquier manera es bueno en general, pero sí sugiero una manita de gato tanto a las instalaciones, como a sus procesos.