En el borde del idílico pueblo vinícola de Vila de Frades se encuentra la casa de vacaciones con vistas al campanario de Vidigueira, donde aún suena la antigua campana de mar de Vasco da Gama, conde de Vidigeira. Sao Cucufate, un antiguo sitio arqueológico romano le invita a visitar. Déjese mimar por el sol en la terraza de la azotea o disfrute de la sombra en la terraza bajo la higuera y no se pierda una degustación del excelente vino local en una de las Adegas.
Pasee por las estrechas calles de Vila de Frades y camine por la adyacente Serra de Mendro y los viñedos.
Cuando ingrese a la casa, encontrará el dormitorio a la derecha. La habitación de la izquierda puede usarse como dormitorio y como segunda sala de estar. La segunda puerta a la derecha conduce al baño con ducha, lavadora y ventana al jardín.
Una escalera de madera conduce a la terraza de la azotea y otras habitaciones de uso gratuito.
Directo a la sala de estar con cocina abierta y chimenea, dos sofás y otra habitación pequeña con cama doble, separada por una cortina.
Desde la sala de estar puede ingresar al jardín. Es grande con flores, palmeras de yuca, higueras, naranjos, limoneros, olivos y vides. La terraza es ideal para el desayuno o barbacoas. Disfruta el día debajo de la higuera en un asiento de esquina de ladrillo.
En verano se puede disfrutar de la gran piscina al aire libre en Vidigueira (1,5 km) con una cafetería y zona para tomar el sol,
La costa oeste atlántica con hermosas playas está a unos 100 km de distancia. Asegúrese de hacer una excursión de un día y deje que termine la tarde en Vila de Frades.
En los días calurosos, un viaje en barco por el embalse de Alqueva ofrece. Comienza en Amieira Marina (a unos 30 km), luego sumérgete en la medieval Reguengos de Monsaraz.
Muy bonito también es una excursión de un día comenzando con un paseo por Serpa, luego un refrescante día en la praia fluvial en Mina de Sao Domingos. Luego una visita a la ciudad morisca de Mertola y una cena tranquila en el Monte Pedral en Cuba (consejo especial :-))
entonces vienes a cenar, buen vino y buena gente ... ¡Vila de Frades!