Hotel moderno situado en la calle más prestigiosa de Bruselas. Si quieres visitar el casco histórico, se encuentra a unos 20 minutos caminando en un agradable paseo. Entrada un poco escondida, al lado de un centro comercial. La recepción se encuentra en el primer piso. Servicio desigual en recepción debido al personal escaso. Habitaciones correctas, modernas y muy limpias. El servicio de habitaciones es muy bueno, para cuando llegas tarde de trabajar y necesitas pedir algo aunque la carta, una vez pasadas las 20.00 h, se reduce bastante. En definitiva, un hotel a tener en cuenta en la capital de Bélgica.