La habitación que contrate era con vista al mar, pero la que me dieron tenía la supuesta vista bloqueada por un tejado; la habitación tenía un olor asquerosidad a caño, que intentaron ocultar con aromatizante.
Al pedir cambio de habitación me ofrecieron un departamento en una ubicación diferente.
En el restaurante un gin and tonic sin ginebra, la tónica sin gas y al pedir que lo corrigieran simplemente no lo hicieron, con tono amenazante.
Pésima experiencia en un sitio turístico pequeño, con poca infraestructura de restaurante (no hay uno que se pueda considerar muy bueno) de hecho lo mejor para comer son las palapas de la playa.
Aunque es un lugar de playa bonito y tranquilo, la pésima atención y las condiciones del hotel me hicieron pasar un mal rato.