La experiencia en general fue muy mala. Si bien entendemos que el sargazo no es culpa de nadie, el hotel no hizo nada para limpiar la playa frente a ellos, el olor del sargazo pudriendose fue terrible, mejor nos movimos todos los días a otra área donde si limpiaron. Al llegar y hacer check in, literal te dan las llaves y vete a tu habitación cargando tus maletas por la escalera porque no hay elevador, ni alguien que te asista. Las almohadas son muy altas para mi gusto, envié un mensaje a recepción preguntando si tenían una almohada más baja (sólo te atienden en WhatsApp) y la única respuesta que recibí fue 'Todas las almohadas son iguales', ni un saludo o cualquier tipo de atención. Después tuvimos la mala fortuna de una lluvia tremenda, tan fuerte que dejó todo Mahahual sin luz, Teléfono e Internet. Si bien es cierto que estos fenómenos naturales no son culpa de nadie, el Hotel y el personal no estaban preparados para eso, pues nos quedamos sin agua, pues no tienen planta de luz para las bombas, la solución de ellos fue poner un cubeta por piso y un garrafón de agua para bañarte (agua fría por supuesto), y que bajaras al baño de abajo a hacer tus necesidades. Nadie fue ni para proporcionar una vela o información adicional, terrible. Nos fuimos en medio de la penumbra, decidimos ni terminar nuestra última noche en el lugar. Ojalá que entiendan que tener un hotel no es sólo abrirlo, hay que mantenerlo y atender al huésped.