En el baño de la habitación solo entraba una persona. Era tan pequeño e incómodo que la puerta del baño golpeaba el inodoro y no se podía abrir totalmente. El desayuno fue horrible, faltando una hora para terminar el desayuno ya no había de nada y no repusieron nada en ningún momento. No había baggels, queso, ni siquiera leche una hora antes de cerrar. La habitación era súper ruidosa, había perros en las habitaciones de arriba y estuvieron molestando y ladrando gran parte de la noche.