Las sábanas estaban llenas de manchas amarillas y pelos, a la solicitud de poder cambiarlas, la respuesta del hotel fue no, sólo se cambian cada tres días, cuando estaban ya sucias antes de utilizar la cama, pero al menos nos ofrecieron toallas nuevas ¬¬ .
La habitación era mucho más pequeña de lo que parecía en las fotos, al igual que el baño.
En cuanto a limpieza, muy mejorable.
Lo único positivo, la localización en el mapa, a 5 minutos de la estación de Earl´s Court que enlaza con las líneas de metro principales.