Siempre elijo este hotel por la ubicación. En esta oportunidad tuve una muy mala experiencia, dado que el 3 de marzo, al momento del check out, la persona a cargo del mostrador me vio contratando un uber para ir a Atocha y me recomendó el taxi que estaba en la puerta, porque era de "confianza". Me paseó por todo Madrid, ante mi enojo (tengo gps, uber me cobraba 7 euros, y conozco Madrid muy bien). Terminó queriendo cobrarme 27 euros, le di 20 para no alargar la pelea. Una lástima la connivencia entre el Hotel y el taxista. No vuelvo más a este hotel. Perdieron un cliente y mis recomendaciones.