Ya conocía el hotel de ocasiones anteriores. Siempre había solicitado vistas al puente nuevo, pero esta vez, ni pagando, pudo ser. Así que al otro edificio... No olvidemos que es un hotel de 4 estrellas... Ni se os ocurra buscar un minibar o al menos una neverita (ola de calor infernal esos días...) no hay. No es de extrañar, si pensamos que tampoco había armario. Una mala barra de metal con cuatro perchas, dos de ellas igual que la tapadera del W.C. Rotas. vistas a un patio de luces deprimente (casi 300 pavos dos dias, no lo olvidemos...) con un desayuno incluido atendido por camareros que no tenían su mejor día en cuanto a amabilidad... Aquella imagen agradable, romántica como la misma Ronda, hecha añicos... Desde luego no volveré... Frustrante y deprimente. Limpio, menos mal, y silencioso. Si no, para cortarse las venas....