Desde que te reciben en la recepción solo ves caras largas cero amabilidad, me tope con unas chicas camaristas y les tuve que decir buenos días dos veces porque en la primera ni me voltearon a ver y en la segunda solo una me contestó y a la fuerza , las habitaciones ya bastante deterioradas la comida del desayuno es fea por decir lo menos, puede ser muy básica pero si tiene sabor sería muy diferente. Lo único rescatable de este hotel es que sus camas y almohadas son muy cómodas. Ah también sus carritos del servicio son súper ruidosos te despiertan muy temprano o también suenan muy tarde en la noche.