La verdad yo llegué con altas expectativas de este hotel, pero hubo varios detalles que me decepcionaron bastante. Cuando llegamos a nuestra habitación había un olor bastante molesto a quemado, lo reporté (luego de 15 minutos llamando a recepción y nadie contestaba) y me dijeron que provenía del aire acondicionado pero que era normal y que desaparecería con el tiempo (jamás desapareció, hasta nos dolió la cabeza).
Solicite cambio de habitación y nos dieron una en el primer piso, gran decepción porque la original al menos estaba más arriba y con mejor vista a la torre Eiffel.
Las tarjetas/llaves de la habitación para activar los elevadores siempre nos fallaron a pesar de reportarlas, usamos las escaleras de emergencia varías veces por lo mismo.
Honestamente, lo único que vale la pena es la increíble ubicación del hotel, el servicio es algo deficiente y la calidad de las habitaciones no corresponde al precio.
Aparte te cobran 100 euros de depósito, el cual a la fecha no me han reembolsado.
Lo que si está cool es el rooftop que recientemente abrieron, te da una vista increíble a la torre Eiffel, aunque un poco lento el servicio.
No se si regresaría a este hotel, y si es así, solo sería por la ubicación.