Bien el hotel. Sin embargo la oferta a la hora de la comida muy limitada (solo un restaurante a la carta) y las opciones de snacks (hotdogs, hamburguesas) el servicio en este restaurante extremadamente lento y pésimo, los meseros no saben ni que platos pertenecen a cuál mesa y todo lo colocan en cualquier lugar de la mesa.
En cuanto al restaurante italiano: El servicio extremadamente lento, desde que entras puede pasar fácil 30/40 minutos para que te ofrezcan una bebida y ni hablar de cuánto tardan una vez ordenas la cena.
En el desayuno también mal servicio de los meseros y nada atentos en la zona cubierta.
Después del checkout, me pareció de muy mal gusto no dejar que disfrutes de las instalaciones hasta la hora que te toque irte. En otros hoteles de esta cadena esto no nos había pasado y siempre te dejan tomar bebidas del bar o alimentos.