La experiencia en general ha sido muy buena, el hotel es precioso, la habitación es cómoda y amplia, pero lo que es destacable es la atención del personal. Todos muy atentos, amables y serviciales con una sonrisa constante.
Debo añadir, muy a mi pesar, que no pudimos descansar porque estando en la tercera planta, se oía muchísimo la música, gritos y el motor del jacuzzi de otra habitación. Entiendo que no es culpa del hotel, sino de unos huéspedes desafortunados, pero la habitación no está insonorizada como debería.