El lugar es muy bonito, las cabañas sencillas son prqueñas, pero cuentan con lo necesario y son cómodas. Hay muchos insectos, pero es normal porque hay mucha vegetación, sólo hay que ir preparados con repelente. La alberca está limpia y de buen tamaño para pasar un rato. No permiten ingresar bebidas ni alimentos, se cobra un descorche en caso de que lleven bebidas. Los precios de los alimentos me parecieron un poco caros, pero hay muchos restaurantes en el pueblo y en el campamento de junto, con más opciones. El pueblo está como a 3 minutos caminando. Las actividades que ofrece el campamento si se recomiendan mucho, están muy padres, sobre todo el rafting, es de lo mejor y muy divertido, muchas personas lo hacen todos los días de su estancia. El personal es muy atento y amable! Sin duda regresaré.