En esta ciudad rodeada por puertos y selvas vivirás abundantes experiencias naturales. Pasea de isla en isla, sal a cenar junto al mar o mira el cráter de un volcán.
Un tren pasa por puentes de madera y túneles llenos de luciérnagas. Las playas negras, las cascadas y la selva tropical brindan hermosas vistas a los excursionistas.
Disfruta una elegante cena en un restaurante giratorio, salta amarrado a un cable o sencillamente disfruta las vistas desde la torre más alta de Nueva Zelanda.
Empápate en un paseo de troncos, sécate en una pendiente de 18 pisos y pon a prueba tus límites en una montaña rusa en forma de tirabuzón en este parque temático.
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