El monte Rainier, tan grande que por sus dimensiones se creó un parque nacional en su honor, tiene un robusto cono volcánico cubierto de nieve que puede verse claramente desde Seattle.
Además de ser un lugar increíble para salir de paseo y cenar, esta atracción en constante evolución es mucho más que la frontera entre el continente y el océano.
Construido para la Feria Mundial de 1962, este sitio es ahora el núcleo deportivo, teatral y fílmico de la ciudad, donde además podrás deleitarte con exquisitos platillos.
Observa a los peces nadando contra corriente, mira cómo zarpan los barcos y explora los jardines tranquilos en las puertas del canal que siguen siendo una parte fundamental de las vías acuáticas de Seattle.
Observa a los peces nadando contra corriente, mira cómo zarpan los barcos y explora los jardines tranquilos en las puertas del canal que siguen siendo una parte fundamental de las vías acuáticas de Seattle.
Además de ser un lugar increíble para salir de paseo y cenar, esta atracción en constante evolución es mucho más que la frontera entre el continente y el océano.
Construido para la Feria Mundial de 1962, este sitio es ahora el núcleo deportivo, teatral y fílmico de la ciudad, donde además podrás deleitarte con exquisitos platillos.
Construido para la Feria Mundial de 1962, este sitio es ahora el núcleo deportivo, teatral y fílmico de la ciudad, donde además podrás deleitarte con exquisitos platillos.
Además de ser un lugar increíble para salir de paseo y cenar, esta atracción en constante evolución es mucho más que la frontera entre el continente y el océano.
El monte Rainier, tan grande que por sus dimensiones se creó un parque nacional en su honor, tiene un robusto cono volcánico cubierto de nieve que puede verse claramente desde Seattle.
El monte Rainier, tan grande que por sus dimensiones se creó un parque nacional en su honor, tiene un robusto cono volcánico cubierto de nieve que puede verse claramente desde Seattle.