Aunque es menos famosa que otros edificios religiosos de Asís, la catedral de San Rufino es un lugar de gran importancia histórica, espiritual y arquitectónica. La catedral de San Rufino está dedicada al santo patrón de Asís, Rufino de Asís, quien convirtió al pueblo al cristianismo en el siglo III, y está construida sobre los restos de otros dos edificios religiosos antiguos. Explora el interior de la catedral, la plaza que la rodea y la cripta subterránea para encontrar una gran variedad de estilos arquitectónicos y obtener información sobre la importancia de este sitio para la historia de la Orden Franciscana.
Contempla la fachada occidental, que está construida con un elegante estilo románico y cuenta con frisos decorativos, relieves de leones y grifos que montan guardia junto a las puertas. Busca los rosetones decorativos en forma de rueda que están sobre las puertas de la catedral. Desde este punto, también puedes ver el campanario que está a la izquierda de la catedral, cuya antigüedad supera a la de la iglesia por más de 100 años, lo que muestra el desarrollo de los estilos arquitectónicos y las técnicas de construcción de las diferentes épocas.
Avanza lentamente por la nave central y contempla los altares decorados y los enormes pilares que sostienen la cúpula del techo. Mira hacia abajo por los paneles transparentes del piso para ver las ruinas de la antigua iglesia, sobre las que se construyó la catedral actual.
Dirígete a la antigua pila bautismal que está junto a la entrada de la nave del lado derecho. En este lugar bautizaron a San Francisco de Asís, el santo patrón de Italia, así como a muchos de sus discípulos originales, incluyendo a Santa Clara.
Visita el museo de la iglesia para ver una gran variedad de frescos desprendidos de los siglos XII y XIII, varias pinturas y una pequeña colección arquitectónica. Desde aquí, puedes ingresar a la cripta, donde están los restos de una iglesia construida en este sitio en el siglo XI, además de un sarcófago romano del siglo III donde están depositadas las reliquias de San Rufino.
La catedral de San Rufino está abierta todos los días, aunque el horario varía según la temporada y frecuentemente se cierra a la hora de la comida. Aunque la entrada a la catedral principal es gratuita, se cobra una cuota para visitar el museo de la catedral y la cripta.