La ubicación es muy buena y llegas a pie rápido y seguro a los estadios lo que es una gran ventaja. El personal de recepción es muy amable pero solo hay un persona por turno y no se ve a nadie más por ninguna parte así que tienes que ir con él para todo y todos los huéspedes hacen lo mismo así que hay momentos en los que se hace una fila bastante larga.
Hay máquinas expendedoras porque no hay nada cerca para salir a comprar de comer ni de beber pero durante nuestra estancia estaban muy mal surtidas. Me moría de sed y lo único para tomar era coca cola.
Finalmente, pero lo peor, fue la limpieza y el mantenimiento de las habitaciones, simplemente puedo decir que se veía sucio y descuidado lo que me dio mucho asquito aunque revisé bien las camas y las sábanas estaban bien limpias y no tenían bichos.