La ubicación estaba muy bien, tanto dentro de Fugueres como para moverse por Girona. La cama era muy cómoda y grande, lo mejor. El hotel está limpio. Se nota que ha vivido épocas mejores, pero está bien cuidado. La decoración es original.
Lo único que no me gustó fue que no limpiasen las escaleras en los cuatro días que estuvimos. Asimismo, les recomendaría tirar el sofá que había en nuestra habitación, daba asco sentarse. La celosía con huecos sin tapar del cuarto de baño que no deja nada a la imaginación también la podían revisar. En general, son detalles que hacen que parezca un hotel de 3 estrellas y no tanto de 4.