El hotel está en una de las mejores ubicaciones de la ciudad, es una zona segura y puedes ir caminando a todos lados. Las habitaciones son acogedoras y pintorescas, tuvimos oportunidad de ver varias y todas son excelente, la mayoría de las habitaciones son para parejas que sin duda las disfrutarán mucho.
Raquel, la encargada de las habitaciones es sumamente amable.
Me hospedé en la "Alcoba Soriano" las camas son extremadamente cómodas, sólo les faltaría quizá cambiar la mesita de noche por algo con cajones o espacio para poder guardar cosas.
Hay que recordar que las habitaciones están sobre un restaurante, por lo que algunos ruidos son de esperarse, pero a nuestro parecer no son una molestia real.
Seguramente volveremos a hospedarnos aquí.