La experiencia fue genial, el lugar es espectacular y el personal se muestra atento y servicial en todo momento. Sin embargo, desde el espíritu de mejora continua, les recomendaría revisar el protocolo de check-in pues lo sentimos un poco confuso. Varias personas dándonos indicaciones al mismo tiempo que a veces incluso se contradecían. En la mesa de la estancia donde esperamos mientras hacíamos registro no habían suficientes copas de agua para las cuatro personas que estábamos ahí. Cuando nos llamaron para avisar que ya la habitación estaba lista, tardaron diez minutos en aparecer con un carrito, tiempo que se siente una eternidad cuando ya se llevan casi tres horas esperando. Yo había avisado con antelación y por escrito que íbamos a requerir cuatro copas tipo flauta y solo había dos en la habitación. El desayuno inglés se suponía que traía huevos pochados pero los que nos trajeron estaban prácticamente duros.
De nuevo, la experiencia en términos generales fue muy positiva, pero para un hotel de ese calibre (y ese precio), hay detalles que definitivamente podrían cuidar mejor para que el cliente salga encantado y anuente a recomendarlo a muchas personas más.