El Hotel es maravilloso. Tiene cualquier cosa q te pueda apetecer hacer o no hacer. El personal, educadisimo y encantador. Una cocina, estupenda con buen servicio. Parking cubierto. Wellness, squash, varias piscinas, en fin, todo lo q se espera de un 5*.
Por ponerle un pero, 2 cositas: 1- Las vistas desde la habitación, entiendo q la habitación q reserve era la más económica, aún así hablamos de un 5* y al salir a la terraza lo q veías es un muro y la copa de las palmeras a lo lejos. No digo que se viera el mar, jardines o piscina (eso se paga) pero al menos tener una vista más despejada. 2- El ya clásico cartel diciendo que no se pueden reservar tumbonas en la zona de piscina (sí en 30 minutos no se hacen uso de las hamacas se retirarán las toallas y se dejarán estás libres) aún así se reservan y a media mañana veías personas dando vueltas buscando una tumbona libre y más de la mitad de ellas estaban sin nadie ocupándolas.
No obstante, insisto, el Hotel es una maravilla y han sido unos días estupendos. Si vuelvo a Lanzarote, sin duda repetiré en este hotel.