El hotel está nuevo, limpio y todo el personal es encantador.
Después de la pista de 20 km en tierras para llegar a Santa Elena, no imaginamos que el jacuzzi podía reconfortar tanto, al igual que la comodidad de la cama. Ideal para descansar después de patear.
La comida de su nueva carta es muy rica, al igual que los desayunos especialmente el "Tropical".
Si hay alguna pega son las escaleras (sólo 1 planta) para acceder a la habitación, aunque también hay habitaciones con accesibilidad a personas con movilidad reducida.