Personal del hotel antipático y poco serviciales. A las ocho y media de la mañana ya estaba la limpiadora tocando a la puerta para limpiar, si no abría la puerta, ya no la limpiaba. Tuvimos un problema con los mosquitos en nuestra habitación, y tampoco nos solucionaron nada. No hablo de uno o dos...hablo de centenares de ellos.
Desayuno pobre, el café horrible al igual que los "zumos". En definitiva, lo mejor es su ubicación.