Hotel muy bien situado en Reus, para pasear y con todo lo necesario a mano.
Los únicos inconvenientes son el aparcamiento, y el acceder con las maletas hasta el hotel. Está en una calle semipeatonal y muy estrecha.
El otro inconveniente es que todas las habitaciones dan a una plaza llena de bares, cuando se acabe el confinamiento y puedan abrir hasta tarde será muy dificil dormir hasta que cierren.
Todo lo demás es excelente