La habitación era silenciosa, con todo lo necesario para la estancia (conexión WIFI de gran calidad, limpieza diaria de las habitaciones... Los peros que pondría es que al ser abuhardillada se me quedaba un poco baja de altura, y el colchón para mi gusto debería ser más duro ya que se hundía de lado, pero bueno, cada persona es un mundo. En definitiva, un establecimiento pequeño pero acogedor.