El hotel está situado a unos 20 minutos del centro de Dublín. Es una edificio con historia pero la confortabilidad de las habitaciones y de las zonas comunes es máxima. Asimismo el la atención de todo el personal ha sido impecable, ayudándonos en todo momento sobre cualquier aspecto. Los campos de golf, la organización de otras actividades (pesca, tiro, excursiones, cenas, etc) ha sido también impecable. Una estancia perfecta. No recomendaría el restaurante Thai, situado en una de las casas club, y que su servicio y calidad de la comida estuvo por debajo de lo esperado,