Un magnífico hotel, la habitación familiar que nos dieron estaba ubicada en la octava planta y tenía unas vistas excelentes, la atención del personal muy buena, sobretodo en el buffet del desayuno (que además era muy variado y rico ), lástima que apenas hablen español. Lo peor es que laubicación del hotel está alejada del centro y por los alrededores no hay ambiente ya que se encuentra situado en una zona de consulados y embajadas. El parking es de pago, 19,50 euros por día, pero cerca se podía aparcar fácilmente sin problema y sin coste alguno. En las inmediaciones hay un bosquecito ideal para paseos en bicicleta, que se pueden alquilar en el mismo hotel. Así que bastante bien.