El hotel se encuentra bien ubicado si tu objetivo es salir de fiesta ya que es accesible a la Avenida Revolución, sin embargo las habitaciones son oscuras sin ventanas y muy pequeñas (no es posible ni sentarse normal), también huelen mal y tienen que poner desodorantes, lo más triste es que no cuenta con estacionamiento, el costo muy por arriba, definitivamente no volveremos muy pronto. El equipo de administración desconoce completamente el tratamiento fiscal por lo que tuvimos que reportarlos ante SAT para poder facturar.