Desde la llegada todo fue muy sencillo, junto a la estación de tren, Anna, la encargada de lo más amable y accesible, me prestaron su teléfono por una llamada que tenía que hacer sin cargo, el lugar ultra moderno, la decoración me hizo sentir como en un museo de arte moderno, no era un hotel es un departamento amplio con comodidades, accesible y realmente muy barato. Asimismo, tuve una emergencia en el viaje y Anna nuevamente, a deshoras nos atendió desde su celular y acudió a atendernos al departamento. Una delicia de viaje con este hotel.