Aparte de la lejanía de la ciudad, era necesario coger dos trenes y un pulman cuyos horarios era difícil de combinar, nos adjudicaron una habitación pegada a la cafetería , así que a partir de las 6pm que empezaban a dar desayunos era imposible dormir, De hecho la última noche decidimos por nuestra cuenta cambiarnos a otro hotel y !qué diferencia!