Maravilloso todo desde la entrada eran detalles muy bien cuidados. La arquitectura, la comodidad, la vista, el hotel con principios autosustentables, el desayuno delicioso, con tortillas de harina recién hechas a mano, la atención personalizada, un gran detalle los cojines del cuarto bordados a mano por una familiar de los dueños, la calefacción de piso radiante súper cómoda, pequeño huerto, algunas vides y un increíble cuarto de meditación con un domo parcialmente bajo la tierra y la entrada con una puerta triangular. Fabuloso diseño. Superó nuestras expectativas por mucho. La vista de la estancia muy Bella. Junto a Troika, vena cava y corazón de Tierra. Volveremos sin duda