Las instalaciones de los baños son viejas, los plafones están sucios y oxidados, la tapa del WC no se sostiene arriba.
Las ventanas no cierran bien, el aire se cuela y en días de ventarrones el sonido es muy moletos. Del mismo modo, las puertas son viejas y cada vez que se cierra el pestillo y el seguro el ruido se escucha en varias habitaciones.
El restaurante tiene menu variado, pero no es excelente en cuanto a los sabores. Mención honorífica a Francisco (mesero) quien siempre dio una excelente atención.