La habitación es cómoda y limpia, cerca de Oulet y la playa, aunque un poco oscura y sin mucha privacidad.
La recepcionista no hablaba nada de español, le pregunté si alguien que hable español podía ayudarme, ya que no hablo mucho inglés, pero me dijo en señas que no, sólo me gritaba lo mismo y lo mismo en inglés, me sentí maltratada, no volveré nunca más a ese hotel.