El hotel esta ubicado en lugar increiblemente bueno, desde las habitaciones se domina todo el pintoresco pueblo de Zermatt y sus montañas, especialmente el Matterhorn. La atención es excelente, muy personalizada. Muy buena la comida y la disposición de todos sus ambientes. Tiene una excelente relación precio/calidad. Por medio del ascensor y el simpatico tunel se accede fácilmente al centro, pero a la vuelta de tiene toda la vista del pueblo en las montañas. Es la segunda vez que vamos a Zermatt en esta época y realmente es un destino muy recomendable. Esperamos volver muy pronto. Quiero destacar la amabilidad de las personas de la recepción y del comedor, lo hacen sentir como en su casa. Todo esto es sin duda obra de la familia que maneja ese establecimiento. En sintesis, muy recomendable.