Pedalea por la antigua Vía Apia, una calzada romana empedrada de 2300 años de antigüedad, y pasa junto a un antiguo sepulcro, una estatua romana, las ruinas de un circo y un palacio imperial, las catacumbas cristianas y los mausoleos paganos; después, abandona la antigua Vía Apia para dirigirte a los antiguos acueductos romanos que se elevan sobre los campos del horizonte y síguelos en su camino de regreso a Roma. Disfruta de un paseo por la campiña romana que tanto impresionó a los viajeros del siglo XIX como Byron, Goethe y Stendhal.

Un recorrido extraordinario de belleza absoluta. Un viaje a un entorno único, en el que la naturaleza milagrosamente intacta, libre de modernización, constituye el telón de fondo del continuo paso de acontecimientos históricos, culturales y artísticos.