El recorrido comienza en el palacio, la antigua sede del poder real. Fue reconstruido, ampliado, modificado, incendiado y reconstruido de nuevo varias veces, y obtuvo su aspecto ecléctico actual solo después de la Segunda Guerra Mundial. Al pasar por el Palacio Presidencial y el Teatro Nacional de Danza, ingresará al distrito residencial de Castle Hill. Las guerras modernas que sufrió Hungría no pasaron desapercibidas aquí. Esta parte de la ciudad también quedó completamente destruida al menos dos veces: una vez cuando las tropas de los Habsburgo la recuperaron de manos de los turcos en 1686, y otra cuando los rusos aplastaron a las tropas asediadas de la Alemania nazi en 1945. Fue reconstruido con cariño en las décadas de 1950 y 60.
Lo más destacado del recorrido es la Iglesia de Matías, con su techo abundantemente decorado y su increíble interior. En muchos sentidos, esta iglesia no es lo que parece. En el camino, también pasará por numerosos palacios de la ciudad y visitará uno de ellos, la casa de la familia de un farmacéutico del siglo XVIII. Allí también se pueden ver los enormes daños causados por el asedio de Buda en los primeros meses de 1945, cuando las tropas alemanas y sus aliados se escondían en los sótanos y cuevas de la colina del castillo.
Pasarás por el jardín escondido de una interesante galería, verás dos húsares de madera y la estatua de piedra de un húsar que conquistó Berlín (aunque solo sea por unos días). También conocerás al mítico «pájaro turul», el genio barón y su increíble máquina de ajedrez, y la razón por la que las campanas de las iglesias católicas suenan habitualmente al mediodía. Su recorrido finalmente termina en la Puerta de Viena, desde donde puede ver todo el camino hasta Obuda (el antiguo Buda), donde los romanos fundaron la ciudad (entonces llamada Aquincum).