Contempla el etéreo espectáculo de un amanecer del Himalaya desde Nagarkot, donde, bajo cielos benévolos, la majestuosa forma del monte Everest puede adornar el horizonte lejano. Aquí, la venerable torre de vista Nagarkot adorna el paisaje, un centinela que ofrece un panorama incomparable de la alta cordillera del Himalaya, una vista interminable de gigantes coronados de nieve. En las mañanas cristalinas, la escurridiza grandeza del Everest se revela, una recompensa impresionante para el madrugador. Este santuario preferido por los fotógrafos y admiradores de la naturaleza es particularmente encantador al amanecer y al anochecer, cuando las montañas están bañadas por los luminosos tonalidades del sol naciente y poniente. Considera traer binoculares para acercar las cimas lejanas y heladas.
Posteriormente, emprenda un elegante descenso a través del verde tapiz del valle de Katmandú, siguiendo senderos que serpean a través de pueblos locales atemporales y bosques tranquilos, que finalmente conducen al venerado Templo Changu Narayan. Este antiguo santuario hindú, un testimonio del rico pasado de Nepal, remonta sus orígenes a la dinastía Licchavi del siglo IV d.C. Dedicada al Señor Vishnu en su aspecto divino como Narayan, ocupa un lugar sagrado en los corazones de los hindúes. Reconocido por la UNESCO por su excepcional valor universal, el Templo Changu Narayan revela el profundo legado artístico, religioso e histórico de Nepal. Dentro de su recinto sagrado residen inscripciones milenarias, incluida la inscripción de piedra más antigua conocida en Nepal, que data del siglo V, que ofrece una visión profunda del antiguo reino y su tejido social.