Embárcate en una expedición todoterreno en un Land Rover a través del bosque de Laurisilva, seguida de una gratificante caminata hasta la cima del Pico do Arieiro, donde te esperan impresionantes vistas de Madeira. Más tarde, recorra los canales de levada para ver a los agricultores locales cosechar caña de azúcar antes de llegar al pueblo costero de Caniçal.
Prepárate para una aventura de un día completo y asegúrate de llevar una botella de agua junto con algunos aperitivos antes de reunirte con tu guía turístico en tu hotel lobby. Saliendo de Funchal, su aventura comienza con un viaje al bosque Laurisilva, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. El clima templado y subtropical hace que sea fácil explorar este bosque de 40 millones de años, donde árboles centenarios se extienden profundamente hacia los valles, mientras que las cascadas caen en cascada desde los acantilados de arriba, creando una atmósfera verdaderamente mágica.
Después de recorrer el bosque, salga a pie para llegar a la cima del Pico do Arieiro, donde le esperan vistas panorámicas de la isla de Madeira. Su siguiente parada es el mirador Miradouro da Guindaste, ubicado en el extremo noreste de la isla. Aquí, dramáticos acantilados marinos se encuentran con el Atlántico, con olas que chocan contra la escarpada costa rocosa debajo.
Continúe hacia el sur hasta Porto da Cruz, donde los colonos portugueses establecieron una de las parroquias católicas más antiguas de la isla. Por encima de la región se encuentra la majestuosa Penha de Águia, hogar de aves marinas en peligro de extinción. Finalmente, visite Caniçal, un histórico pueblo pesquero del siglo XV en la costa este de Madeira. El paisaje crudo, con sus escos arbustos que contrastan con los exuberantes bosques del oeste, ofrece un ambiente tranquilo y acogedor. La expedición concluye con un viaje de regreso.