Nápoles es una de las ciudades más antiguas de Italia y conserva el camino subterráneo más grande del mundo: entre cisternas griegas, acueductos romanos y refugios aéreos de la Segunda Guerra Mundial, el 45% del metro de la ciudad está prácticamente vacío.
Hay diferentes formas de acceder al metro de Nápoles, y la experiencia te llevará a través de una verdadera joya escondida. Embárcate en un verdadero viaje arqueológico por los subterráneos (el recorrido es por el sendero del Museo LAPIS).
El recorrido comienza en la Piazza San Gaetano, la antigua plaza greco-romana, donde caminarás por las calles y la cultura local para entender los «cultos subterráneos de Nápoles». Admira una iglesia gótica y observa a través de su suelo de vidrio los restos de un mosaico antiguo anterior.
A continuación, diríjase 40 metros por debajo de las multitudes de Nápoles tocando el timbre de una de las iglesias más antiguas de la ciudad: Santa Maria Maggiore. La iglesia, construida sobre un templo romano pagano dedicado a Diana, todavía presenta estructuras romanas. Sigue bajando para ver las cisternas griegas talladas en la dura piedra.
Una vez que llegue al punto más bajo de la ruta, camine por los túneles para llegar a los tanques utilizados para la recolección de agua en la época romana. Este sendero también fue utilizado en la época medieval como pasaje secreto por los Caballeros Templarios y en 1943 como refugio para aviones. Muchos de los baños, cocinas y objetos de interés aún se conservan hasta el día de hoy.