Pompeya es un lugar fuera de lo común, lo que intento hacer desde hace unos veinte años, gracias a mi trabajo como guía turístico autorizado, es mostrar la ciudad a través de mis ojos, ayudando a los clientes a recorrer las últimas horas de la vida de esta ciudad, junto a la que vivo actualmente. Como arqueólogo, pude estudiar los distintos edificios específicamente.
Lo que intento transmitir es el modo de vida de los antiguos romanos gracias a la visita de los edificios más importantes desde un punto de vista público, como el anfiteatro, el gimnasio, los baños, el foro, el burdel (burdel de la ciudad antigua); la antigua domus se revelará en toda su belleza, con sus mosaicos y frescos originales. En el camino será inevitable encontrar las antiguas tiendas de extraordinaria modernidad, como la lavandería, la comida rápida, la panadería.
El recorrido, realizado con un arqueólogo local, se convertirá en una experiencia real que permanecerá imborrable en la memoria.