Si bien las Cruzadas a Tierra Santa dominan los libros de Historia, pocos se dan cuenta de que otra cruzada —también bendecida por el Papa— se estaba desarrollando simultáneamente en la Península Ibérica. Fue aquí, lejos de las tierras sagradas de Oriente, donde los Templarios no solo lucharon sino que también jugaron un papel fundamental en la conformación de una nueva nación: Portugal. Y fue aquí, en medio de estos paisajes escarpados, donde encontraron refugio después de su dramática caída.
Conozca a su guía Around Lisbon y conduzca hacia el norte durante aproximadamente 1h30 hasta el Castillo de Almourol, una fortaleza templaria parecida a un cuento de hadas encaramado en una isla en el río Tajo, mientras aprende sobre la Cruzada Ibérica y la fundación de un nuevo país: Portugal.
Desliza a través de las tranquilas aguas del río Tajo hasta llegar al castillo y sube a la pequeña isla para explorar las escarpadas torres del castillo e imagina a los caballeros templarios custodiando este puesto estratégico.
Siga por las márgenes del río Tajo hasta la confluencia con el río Zêzere, la frontera que separa a los cristianos de los musulmanes, en el camino a la ciudad de Tomar. Cruza las tierras entregadas a los templarios para defenderlas y poblar, ya que el primer rey de Portugal, Afonso Henriques, intentó expandir el territorio hacia el Sur.
Disfrute de tiempo libre para pasear por las calles empedradas de Tomar, pasando por las iglesias medievales y manuelinas, y saborear un almuerzo local (costo no incluido).
Por la tarde, realice una breve visita a la Iglesia de Santa María dos Olivias, que data del siglo XII, donde fueron enterrados muchos Maestros Templarios. Descubra cómo los templarios comenzaron una ciudad a partir de antiguas ruinas romanas y cómo estuvieron detrás del proceso de avance de los Descubrimientos portugueses.
Por último, subir el cerro hasta el Castillo Tomar, construido por el heroico Maestro Gualdim Pais, donde se utilizaron técnicas e innovaciones templarias. Su guía le mostrará la asombrosa Iglesia Charola (rotonda templaria) y la icónica ventana manuelina en el Convento de Cristo, mientras le contará todo sobre la evolución de este magnífico sitio del Patrimonio Mundial de la UNESCO.
Tómese un poco de tiempo libre para explorar el resto del Convento, antes de regresar a Lisboa donde termina su recorrido.