Catalogado como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, el Templo del Cielo fue descrito como una obra maestra de la arquitectura y el diseño del paisaje que ilustra de manera simple y gráfica la cosmogonía china. Con un minigrupo, su guía turístico lo guiará a disfrutar de su magnífica arquitectura y sus agradables pastizales, así como a comprender el vínculo con las ceremonias solemnes en la antigüedad durante este recorrido de 2,5 horas.
Construido originalmente durante la dinastía Ming en 1420, el Templo del Cielo era un templo de sacrificio utilizado por los emperadores durante las dinastías Ming y Qing para apaciguar los cielos, traer prosperidad al imperio y garantizar buenas cosechas para el año siguiente. Situados en un gran parque, los tres altares principales atraen a la multitud durante todo el año.
Empieza por la puerta este del parque y sigue el Corredor Largo hasta la Sala de Oración por las Buenas Cosechas, donde los emperadores acudían a dar las gracias y a rezar. Una vez que hayas tomado la foto perfecta para Instagram, dirígete al altar circular del montículo del Palacio de Fasting, donde se diseñó una impresionante hazaña de ingeniería para hacer que los sonidos viajen de una manera determinada. La Bóveda Imperial del Cielo, con el Muro del Eco que la rodea, será tu próxima parada.