La pequeña ciudad medieval de Ston, con sus calles estrechas y la segunda muralla más grande del mundo, le fascinará. Además del patrimonio cultural, esta pequeña ciudad puede presumir de una excelente gastronomía y excelentes vinos. Tras visitar Ston, el viaje continúa por la península de Peljesac, famosa por sus viñedos y sus exquisitos vinos. Las rutas del vino, las visitas a viñedos y bodegas representan una experiencia convincente de tradición y amor de estas personas por esta rama económica. A excepción del vino, Peljesac también es conocida por su hermosa naturaleza, su rica vegetación, sus increíbles playas y su excepcional gastronomía. En el camino nos detendremos en dos bodegas, donde escuchará historias interesantes sobre la producción de vino y tendrá la posibilidad de degustar vinos finos.